Recorrido nórdico y urbano

Una ciudad fortificada de 400 años de antigüedad catalogada como patrimonio de la UNESCO, el Vieux-Québec revela una parte de nuestra historia en cada esquina. Su rica arquitectura, sus tiendas y sus restaurantes la convierten en un centro cultural de renombre.

Desde un espacio dedicado al diseño hasta una galería familiar, pasando por diversos tipos de arte, esta experiencia museística lleva a un viaje como nunca antes, en un ambiente agradable y acogedor.

Conozca la historia de los Hurons-Wendats descubriendo su cultura, sus artes y sus relaciones con las otras Primeras Naciones. Aproveche para visitar las casas comunales y pasar la noche en el Hôtel-Musée Premières Nations.

En invierno, descienda por los toboganes de nieve de día o de noche y recorra una pista de patinaje iluminada. Visite el famoso Hôtel de Glace, o cambie el frío por el calor en Bora Parc, un parque acuático cubierto.

Se sentirá como si hubiera viajado en el tiempo en este pueblo construido alrededor de una fábrica de papel de la década de 1920. Explore las casas de madera de época de este museo al aire libre y recorra los senderos con esquís de fondo o raquetas de nieve.

Aprenda a manejar una moto de nieve y recorra los senderos con un guía experimentado gracias a Équinox Aventure. Es la mejor manera de admirar los magníficos miradores del Lac-Saint-Jean y sus islas.

Suba y descienda las montañas vertiginosas de los Monts-Valin caminando, en fatbike o esquí de fondo. Y como el esplendor del lugar seguramente le hará desear quedarse más tiempo, hospédese en uno de sus peculiares alojamientos.

¿Conoce la pesca en hielo? Es el lugar perfecto para practicarla. Formando un verdadero pueblo, más de cien cabañas de pesca se instalan allí cada invierno, para pescar con caña en las aguas heladas del fiordo.

Recorra una de las joyas naturales más bellas de Québec y su Vallée des Glaces, de diversas maneras. Tome el transporte Navette des glaces o, para los más activos, camine con raquetas de nieve. O si no, cruce el río congelado en una fatbike.

Después de todo un día de divertirse al aire libre, es hora de pasarlo bien en un sitio encantador a orillas del río Saint-Laurent. Vaya de una instalación a otra, de la piscina al aire libre bajo la nieve al sauna de vapor de eucalipto.

Viva una experiencia inolvidable en el corazón del bosque boreal deslizándose en un trineo tirado por perros por la alfombra blanca de Charlevoix. También podrá conducir usted mismo el trineo, sabiendo que las instalaciones priorizan el bienestar de los perros.

Asista al matrimonio del río y las montañas desde un helicóptero. Observe alces desde lo alto o suba a los picos más altos de la región para admirar paisajes escarchados de una blancura excepcional.